Un incendio forestal de gran magnitud ha provocado el cierre del aeropuerto de Marsella, en el sur de Francia, así como la evacuación de varias urbanizaciones en la comuna de Pennes-Mirabeau y el confinamiento de miles de residentes en el norte de la ciudad, ante el avance descontrolado de las llamas y una densa nube de humo que ha reducido la visibilidad aérea.
Las autoridades locales han emitido alertas urgentes pidiendo a los ciudadanos que permanezcan en sus hogares, cierren puertas y ventanas, y eviten zonas boscosas. El fuego, que comenzó este martes en Pennes-Mirabeau, se ha extendido rápidamente debido al viento intenso y las condiciones secas, arrasando al menos 700 hectáreas en las inmediaciones de Marsella.
Para combatir el siniestro, los bomberos han desplegado 168 efectivos, apoyados por siete aviones y tres helicópteros. Dos complejos residenciales han sido evacuados como medida preventiva, y se mantiene bajo resguardo una residencia de ancianos en riesgo. El alcalde de Pennes-Mirabeau, Michel Amiel, reconoció que la situación está “lejos de estar bajo control”.
