El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó el miércoles la ley que garantiza la financiación del Gobierno federal hasta el 30 de enero, poniendo fin al cierre administrativo más largo en la historia del país, que se prolongó durante 43 días. La medida fue aprobada horas antes por ambas cámaras del Congreso tras intensas negociaciones entre demócratas y republicanos.

El “shutdown” comenzó el 1 de octubre, cuando las fuerzas políticas no lograron un acuerdo para aprobar un presupuesto temporal. Durante más de seis semanas, miles de agencias y servicios públicos permanecieron inactivos, y millones de empleados federales quedaron sin salario.

Según Trump, con la firma de la ley, “el Gobierno federal reanudará sus operaciones normales de inmediato”. Sin embargo, expertos advierten que la reactivación total de la burocracia podría tardar varios días.

El secretario de Transporte, Sean Duffy, informó que las restricciones aéreas impuestas durante el cierre comenzarán a levantarse gradualmente. Por su parte, Delta Air Lines reportó pérdidas en sus ganancias trimestrales debido a las cancelaciones de vuelos relacionadas con la parálisis federal. La CBO estimó que el cierre redujo en 1.5 puntos porcentuales el crecimiento del PIB real del trimestre. Aunque se espera una recuperación parcial, la interrupción afectó significativamente la economía y los ingresos de millones de trabajadores.

Más de 42 millones de estadounidenses de bajos ingresos quedaron sin acceso temporal al programa de cupones de alimentos, mientras que los estados advirtieron que tardarán varios días en restablecer los beneficios.

Los datos económicos oficiales también se vieron afectados, ya que el cierre detuvo la publicación de informes clave como el de empleo y el índice de precios al consumidor.

Enfrentamiento político en el Congreso

El prolongado cierre evidenció una profunda división en el Congreso. Los demócratas se negaban a aprobar el presupuesto sin la renovación de los subsidios de salud del Obamacare, mientras que los republicanos exigían un acuerdo separado para ese tema.

Finalmente, siete senadores demócratas y un independiente votaron a favor de la ley temporal, allanando el camino para su aprobación.

El presidente de la Cámara, Mike Johnson, calificó el enfrentamiento como “una completa y absoluta tontería”, mientras que Trump celebró el fin del cierre como una victoria política

Sin embargo, líderes demócratas como Hakeem Jeffries aseguraron que seguirán luchando por incluir las reformas sanitarias en futuros presupuestos

El acuerdo alcanzado solo financia al Gobierno hasta el 30 de enero, lo que deja abierta la posibilidad de un nuevo enfrentamiento político en el inicio de 2026.

Algunos programas, como los beneficios alimentarios y la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA), estarán cubiertos hasta el 30 de septiembre, lo que reduce el riesgo de interrupciones inmediatas.

Mientras tanto, la economía estadounidense comienza a reajustarse lentamente tras semanas de incertidumbre, aunque persisten dudas sobre los efectos a largo plazo y sobre si el Gobierno podrá evitar una nueva crisis presupuestaria a inicios del próximo año.

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