La República Dominicana debe hacerle frente a tres grandes desafíos que por años han mermado su desarrollo y su crecimiento económico y le han impedido ser una nación justa y equitativa.

Según el consultor económico Richard Medina Gómez, los temas fiscal, educación y eléctrico, son los tres sectores que ameritan ser tratados urgentes por parte de los diferentes actores sociales y políticos del país, los cuales indicó, se agravaron tras los efectos de la pandemia del COVID-19.

“La pandemia del COVID-19 ha generado efectos negativos de largo plazo en varios sectores que la sociedad dominicana debe comenzar a ponderar”, señala Medina Gómez.

Al referirse al tema fiscal, manifestó que cada año hay menos espacio fiscal para realizar inversión en infraestructura, aumentando así la necesidad de un ajuste fuerte en el futuro.

Sostuvo que antes de la pandemia el país exhibía déficits fiscales entre 2 y 3 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) desde el 2008 a 2019.

En su artículo “Tres grandes discusiones pendientes“, publicado en FinancieroDigital.com, Medina Gómez expresa que con el paquete de estímulo fiscal ejecutado en el 2020, para hacerle frente a los efectos negativos de la pandemia, más el deterioro de las recaudaciones producto de la economía que estaba cerrada, el déficit fiscal se deterioró en cinco puntos porcentuales en ese año.

Aseguró que entre 2021 y 2022 se observaron déficits fiscales cercanos al 3 por ciento del PIB, al margen de los anuncios y propuestas de reducción del gasto en más de RD$150 mil millones que los actuales funcionarios hicieron en el pasado reciente.

“Esta situación ha reducido el margen de maniobra que tiene el Gobierno para operar, lo que genera que el ajuste se haga reduciendo el gasto de capital.

Se reduce el gasto de capital o de inversión porque es lo más fácil de hacer: gastos como el costo de nómina o de intereses son muy difíciles de reducir.”, expuso el consultor en su artículo publicado en el diario financierodigital.com.

Según sus señalamientos, la sociedad dominicana en el mediano plazo se enfrentará al dilema de realizar una reforma fiscal mayormente por el lado de los ingresos, o tolerar niveles de endeudamiento y de pago de intereses cada vez más altos.

Otra área que debe tratarse de manera urgente, es el sector eléctrico, resaltó Medina Gómez, el cual critica que durante cinco décadas el Gobierno dominicano ha tenido que subsidiar la energía eléctrica siendo ineficiente y financieramente insostenible.

“La situación actual es completamente diferente”, destacó, al señalar que las empresas distribuidoras presentan pérdidas combinadas de casi 32 por ciento, o sea, las EDES no facturan 32 por ciento de la energía que compran y, agregó que, pese a los anuncios de reingenierías para mejorar la gestión de éstas, en el año 2022 estarán teniendo el mayor déficit financiero de los últimos 20 años: casi 1.4 por ciento del PIB, unos mil 500 millones de dólares de dinero de los contribuyentes.

El consultor económico refiere que, en este sentido, la sociedad dominicana tendrá que analizar la necesidad (y el costo) de una inversión masiva en rehabilitación de redes de distribución y repotenciación de subestaciones para bajar las pérdidas y el subsidio en el mediano plazo.

De esta manera, afirmó, se liberarían recursos fiscales para otras actividades como la inversión pública o permitiría reducir el gasto corriente del gobierno.

Sobre el sector educativo dominicano, Medina Gómez, criticó duramente al personal docente del sector público, y expuso que los dos años en que se impartió docencia virtual debido a la pandemia fueron “fallidos”, sobre todo, por la escogencia de maestros incorporados a la carrera sin haber pasado las pruebas de rigor, por lo que disminuyeron los niveles de aprendizaje de los estudiantes dominicanos, borrando cualquier conquista previa en esa área.

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