El arzobispo metropolitano de Santo Domingo y Primado de América, monseñor Francisco Ozoria Acosta, reveló en una carta pública que la Santa Sede le retiró sus principales facultades administrativas y de gestión, dejándole únicamente el título honorífico de arzobispo.
En la misiva, dirigida “a todos sus hermanos y amigos”, Ozoria explicó que él mismo había solicitado al Vaticano el nombramiento de un arzobispo coadjutor con el propósito de garantizar la continuidad del trabajo pastoral y la aplicación de las líneas de acción de la Iglesia, basadas en la comunión, participación y corresponsabilidad.
Sin embargo, el religioso manifestó su sorpresa al conocer que el nuevo arzobispo coadjutor designado por la Santa Sede fue investido con “facultades especiales exclusivas” para el manejo del patrimonio diocesano, las cuestiones económico-financieras y la gestión del clero y del personal eclesiástico.
