El Ministerio Público sostuvo que los propietarios del Jet Set añadieron múltiples equipos pesados y estructuras adicionales sin estudios técnicos que confirmaran si el edificio podía soportar la carga acumulada durante los últimos años.
El Ministerio Público presentó una acusación en la que detalla que el Jet Set Club experimentó un crecimiento acelerado y desordenado en su infraestructura interna y externa, lo que habría incrementado significativamente la carga sobre la estructura original del edificio. De acuerdo con el expediente, los dueños Antonio Espaillat López y Maribel Espaillat impulsaron una serie de mejoras, ampliaciones y modernizaciones sin realizar los estudios técnicos requeridos para validar la resistencia del inmueble.
La investigación estableció que, durante más de una década, el establecimiento incorporó nuevas tarimas, sistemas de iluminación de alto tonelaje, equipos de sonido industriales, aires acondicionados de gran capacidad, ductos metálicos y casetas técnicas, varios de ellos instalados en la azotea. Para la Procuraduría, estas intervenciones sumaron cargas adicionales que modificaron la dinámica estructural del edificio, sin que existiera alguna valoración profesional que determinara si la edificación podía soportar dicho peso.
El Ministerio Público señaló que estos cambios no fueron meras adecuaciones estéticas, sino intervenciones con impacto directo en la estabilidad del inmueble, por lo que era obligatorio presentar planos, obtener permisos municipales y someter las modificaciones a la supervisión de especialistas certificados. Sin embargo, el órgano acusador afirma que los propietarios actuaron al margen de estos procedimientos y continuaron expandiendo las instalaciones sin control técnico.
Según la acusación, esta combinación de peso acumulado, intervenciones no reguladas y deterioro progresivo creó un escenario crítico que redujo la capacidad del edificio para responder a las filtraciones y fallas que ya comenzaban a ser visibles. Estas condiciones, indica la Procuraduría, habrían contribuido de manera determinante al colapso registrado en abril, cuando parte del techo cedió en plena operación del establecimiento.
