SANTO DOMINGO NORTE. Residentes de diferentes sectores del barrio Guaricanos, en Villa Mella, municipio Santo Domingo Norte, están indignados porque los han condenado a vivir en medio del polvo, por las malas condiciones de las calles, sufriendo escasez de agua y expuestos a la contaminación, por el peligro que representan varias cañadas, donde se acumulan aguas y residuos cloacales.

Ramón Encarnación, presidente de la Junta de Vecinos de La Cañada, de Ponce al Medio, explicó que tienen mucho haciendo gestiones en el Ayuntamiento Santo Domingo Norte para que arreglen las calles del sector, pero que siempre le dicen «que hoy y mañana».

También denunció que sufren escasez de agua potable, porque el líquido sólo llega a 100 viviendas, de 900 que hay en el sector.

«Aquí hay personas que han sufrido enfermedades ocasionadas por la cañada, porque sale un mal olor insoportable. Las ratas ya no las soportamos. Incluso hay gente que han sufrido de leptopirosis», expresó Encarnación.

Promesa

El director de la CAASD, Mariano Germán, informó a DL que desconocía la denuncia de la falta de agua en Ponce al Medio y prometió indagar cuáles son las causas, para solucionar el problema.

«No nos había llegado la denuncia; es la primera vez que sabemos para nosotros buscar los correctivos y si está a nuestro alcance, puede estar seguro que lo vamos a resolver».

En tanto, Teófila Vallejo, coordinadora del Comité para la Defensa de los Derechos Barriales (Copadeba), calificó como «paupérrima» la situación del sector Mirador Norte, porque tienen  más de seis años luchando porque resuelvan los problemas de este proyecto habitacional, que lo entregaron inconcluso.

Denunció que una abandonada planta de tratamiento, ubicada en la calle Tercera esquina 14, se ha convertido en un depósito de aguas residuales que corren por las calles, y en un foco de contaminación que ha provocado diversas enfermedades a los vecinos.

Sobre las calles indicó que ya no vale hablar con el síndico Jesús Feliz ni con Obras Públicas, pues paralizaron la reparación hace más de dos meses, por lo que «comen polvo, en tiempos de sequía, y lodo cuando llueve».

Contaminación

Decenas de familias de Ponce al Medio son afectadas por una cañada donde se vierten toda clase de desechos sanitarios y aguas residuales, que emanan un mal olor que no deja respirar  y que se ha convertido en un foco de contaminación y criadero de plagas de mosquitos y ratones.

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