En medio de la adversidad que ha dejado la tormenta Melissa, el país vuelve a ver en acción a un funcionario que ha hecho del trabajo cercano y la solidaridad una marca de gestión. Tony Peña, al frente del Gabinete de Política Social, ha demostrado una vez más que el compromiso con los más vulnerables no se declama: se ejerce en el terreno, con los pies en el fango y el corazón en la gente.
Durante este fin de semana, Peña encabezó un amplio operativo de asistencia en comunidades duramente golpeadas por las lluvias —Los Mina, Santo Domingo Norte, Los Alcarrizos—, donde cientos de familias recibieron raciones alimenticias, artículos de primera necesidad y acompañamiento social. Su presencia, junto a equipos del Plan Social, Comedores Económicos y el Ministerio de la Vivienda, evidencia una gestión articulada, empática y centrada en resultados concretos.
El enfoque de Tony Peña ha sido claro: llegar a cada hogar, trabajar junto a líderes comunitarios y garantizar que la ayuda no se quede en los titulares, sino que se traduzca en alivio real para quienes más lo necesitan. Ese modelo de intervención directa, que combina coordinación institucional con cercanía ciudadana, ha consolidado al Gabinete de Política Social como el puente más eficaz entre el Gobierno y las comunidades.
Peña no solo ha respondido con rapidez ante la emergencia, sino que ya plantea la segunda fase del operativo: la reconstrucción. Porque entiende que el verdadero trabajo social no termina con la entrega de una caja de alimentos, sino con la recuperación de la dignidad y la estabilidad de las familias afectadas.
En tiempos en que la política suele ser sinónimo de distancia, Tony Peña encarna una visión distinta: la del servidor público que escucha, actúa y acompaña. Su labor al frente del Gabinete de Política Social no solo mitiga los efectos de un fenómeno atmosférico, sino que fortalece el tejido humano del país.
Hoy, más que nunca, República Dominicana necesita liderazgos como el suyo: firmes en la acción, sensibles en el propósito.