Un tribunal condenó a 10 años de prisión a Omayra Antonia Lugo Cruz, tras ser declarada culpable de agredir sexualmente a una niña de cinco años de edad con la que tiene un parentesco de tercer grado de consanguinidad, en un hecho ocurrido en el sector Las Flores de Cristo Rey, en el Distrito Nacional.
Madre de la víctima, Génesis Lugo, se suicidó junto a la niña luego de que denunciara el caso.
El Tercer Tribunal Colegiado del Distrito Nacional dictó este jueves una sentencia de diez años de prisión contra Omayra Antonia Lugo Cruz. El tribunal la encontró culpable de agredir sexualmente a su sobrina de tan solo cuatro años de edad. Este hecho lamentable ocurrió en el sector Las Flores de Cristo Rey, en el Distrito Nacional.
La condenada cumplirá su pena en el Centro de Corrección y Rehabilitación (CCR) Najayo-Mujeres, ubicado en la provincia San Cristóbal.
Las juezas Arlín Ventura, Leticia Martínez y Milagros Ramírez integraron el tribunal que tomó esta decisión. Acogieron el pedimento del Ministerio Público, calificando el caso como una violación al artículo 332.1 del Código Penal dominicano y al artículo 396, literales B y C, del Código para la Protección y los Derechos Fundamentales de los Niños, Niñas y Adolescentes (Ley 136-03).
Tragedia Familiar Previa a la Condena
Este caso se vio precedido por una conmovedora tragedia. La hermana de Omayra Antonia Lugo Cruz, quien era la madre de la niña víctima, se quitó la vida junto a su hija. Esta dolorosa acción ocurrió después de que la madre denunciara la agresión y comenzara a recibir presión por parte de familiares.
La mujer se lanzó con su hija desde el cuarto piso del edificio donde residían el 13 de agosto del año 2024, provocando la muerte de ambas. Este suceso generó una profunda consternación en el país.
Pruebas Irrefutables Presentadas por el Ministerio Público
El Ministerio Público presentó pruebas contundentes para demostrar la culpabilidad de Lugo Cruz. Una pieza clave fue el testimonio de la víctima, grabado en cámara Gesell antes de su fallecimiento.
Los fiscales litigantes, Eduardo Velásquez, Carlenny Camilo y Cinthia Bonetti, también incorporaron pruebas materiales decisivas. Varios celulares y una memoria USB, que la procesada utilizaba para videollamadas y grabaciones, contenían imágenes y audios que revelaron las circunstancias de cómo sucedieron los hechos en perjuicio de la infante.
Esta condena por abuso sexual a menores resalta el compromiso del sistema de justicia dominicano con la protección de la infancia, buscando garantizar que crímenes tan atroces no queden impunes.