James Cameron no ha ocultado su preocupación ante la compra de Warner Bros. Discovery por parte de Netflix, calificando la operación como un posible “desastre para Hollywood”. El director de Avatar y Titanic considera que una adquisición de esta magnitud podría consolidar demasiado poder en una sola plataforma, poniendo en riesgo la diversidad creativa y el equilibrio dentro de la industria cinematográfica. Para Cameron, la fusión representa un punto crítico en la transformación del entretenimiento global, especialmente en lo que respecta al futuro de las salas de cine.
El cineasta criticó directamente la visión de Netflix sobre los estrenos tradicionales, señalando que sus compromisos con las salas suelen ser “micro-estrenos” diseñados únicamente para cumplir requisitos de premios, y no para honrar la experiencia cinematográfica. Cameron recordó que Ted Sarandos ha defendido en varias ocasiones la idea de que las salas están perdiendo relevancia, algo que él considera una amenaza para la esencia misma del cine. Desde su perspectiva, sin un lanzamiento robusto en miles de salas durante semanas, una película pierde parte de su valor cultural y emocional.
Asimismo, Cameron advirtió que la adquisición podría significar un deterioro de las prácticas cinematográficas, calificando como “podrido hasta la médula” el modelo que estrena brevemente en cines para luego trasladar todo al streaming. A su juicio, permitir que una sola plataforma tenga tanto control sobre la producción y distribución podría afectar negativamente la creatividad, la competencia y la experiencia compartida del cine. Su postura ha resonado con otros cineastas y líderes de la industria que temen que esta operación marque un antes y un después en la forma en que se conciben y consumen las películ
