El Ministerio Público desarticuló mediante la Operación Domo una red que utilizaba sofisticados mecanismos tecnológicos para vulnerar los sistemas de seguridad de canales de televisión paga y plataformas de streaming, revendiendo las señales de forma ilegal a nivel nacional e internacional.
Según las investigaciones, los integrantes de la estructura se lucraban de ofertar suscripciones ilícitas de programas de televisión, series y películas, generando millonarias ganancias mediante una violación a los derechos de autor que posteriormente eran colocadas en el sistema financiero.
Modus operandi
El esquema incluía pagos con criptomonedas y la reventa de accesos digitales a través de intermediarios.